VELA APAGADA
Nadie me prendió. Nadie había
frente a mí.
Me rescató la mañana del
sueño y la pereza.
Fue el sol matutino que me
prestó su luz,
su efigie de pasión para avivarme.
Una vez prendida de su
halo celestial,
espantó las sombras que acechan siempre
y sacuden las puertas del alma.
María Borrego R
Esa foto, esa vela iluminada por los rayos del sol no es un misterio, pero tienen una esencia metafísica, claro que si. Cualquiera no puede apreciar lo que expresa en el poema, hay que ser muy sensible.
ResponderEliminarBesos, María.
Mi casa, como sabes, está llena de luz natural que se cuela y se acomoda dondee quiere. No es un misterio, ¿verdad, amiga?. Besote.
EliminarQue bonito el video. Grande Rdith Piaf.
ResponderEliminarMaría:
ResponderEliminarNo hay sentimiento que nos inspire más ánimo y confianza que el que sentimos cuando humildemente nos entregamos al Creador. Las dudas se disipan porque con Él, creemos que suyas son nuestras respuestas. El temor que nos persigue, tanto como el mal, sin embargo con Él, no pueden arrebatarnos la paz. Y las sombras abandonan el sendero del caminante que sólo le suplica a Dios: *La caricia de su misericordia, y la luz de su amor eterno*.
Un beso, Carisdul.
¡Ay!, pensador. Da gusto leerte. Siempre tienes las palabras justas y adecuadas de un autentico filosofo. Gracias, de corazón
EliminarPerdona que tarde en contestar. En unos días voy a disponer de más tiempo.
Un abrazo, amigo, Jesús.
La luz del nuevo día disipa las sombras y los fantasmas que atormentan el alma. Un momento feliz (de los que te deseo muchos).
ResponderEliminarBesos
Así, es, Javier. La luz nos evita muchas muertes. Me entenderás porque eres muy inteligente y buen escritor. pronto estarás de vacaciones. Mucha felicitad, en este verano, y que escriba smucho.
EliminarUn abrazo.