DULCE ALMA MÍA
Por el campo, despejado y colmado de flores,
caminabas, alma mía.
Te vi perdida, buscabas la esperanza, que un día muy lejano,
atrapada quedó en los pliegues del surco que el arado dejó.
Ya ves dulce alma mía, qué fina es la frontera del tiempo,
todo tan lejos, y a la vez tan cerca...
el amor, el olvido, y la dulce espera de lo desconocido.
María Borrego R.
Que profundidad.
ResponderEliminarMuchas Felicidades por escribir tan bonito