jueves, 5 de febrero de 2015

Agradecida



Entre líneas.
Porque es muy fácil ver la esperanza brillar desde tu alta cima.
Porque la paz está en ti aunque el vendaval y las tormentas te azoten y sabes compartirla.
Porque nunca sentí tanta seguridad hasta que irrumpíste en mí.
Porque me contagia tu fuerza, tu seguridad, tu obviedad.
Porque puede haber castillos más grades, más seductores, más altivos; pero no más distinguidos.
Porque nunca olvidaré, que, aún sin saberlo, me salvaguardaste de caer cuando sentía la flaqueza atenazarme.
Por todo lo que aquí escribo, y lo que nunca sabrás, quiero que sepas, que; aunque inevitablemente, un día nos distanciemos, te llevaré conmigo el resto de mi vida. Porque no podré olvidar lo que experimenté desde tu eminencia.
No olvides nunca, por todo eso, cuanto te quiero.
María Borrego R