sábado, 25 de junio de 2016

Aprendamos de las flores

Aprendamos de las flores.




Este rosal que veis, se enfermó debido a un viento devastador. Nos fuimos a un viaje y se nos olvidó de resguardarlo de las inclemencias de tiempo, vientos huracanados y  altas temperaturas.
Sabemos que los rosales son fuertes y soportan bien esas amenazas climáticas, pero este estaba muy mimado, le protegí demasiado.
En casa dijeron que deberíamos retirarlo de la tierra y tirarle, que no había forma de recuperarle. Dije que ni hablar, que yo le cuidaría con esmero, le trataría su enfermedad, y recuperaría sus lindas rosa con las que nos había alegrado la vista y el alma.
Le cuidé, le traté su enfermedad y vigilé; pasadas dos semanas se fueron sus plagas y sus tallitos nuevos comenzaban a salir con una fuerza y una fortaleza casi divina.
Si os fijáis bien, se aprecia en la foto perfectamente, como se alzan majestuosos y llenos de savia nueva.

Aprendamos de las flores. Si nos dan amor y buen trato, deberíamos agradecerlo y dar las mejores flores de nuestra bondad.

María Borrego.


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