lunes, 2 de febrero de 2015

Protesto












Protesto.

Y sigo protestando porque todo gira alrededor del petróleo, de poderosos mandatarios  y  mercaderes; porque falta razón y sobra tanta abundancia de fanatismo, para que el que viaje lo haga solo por turismo y no para dejarse el pellejo en un Cayuco para poder subsistir.

Protesto, para que los focos alumbren al meritorio, no al más cuco y canalla.
Protesto, para que aprendamos y sea posible perder con honestidad  y con reconocimiento por los esfuerzos realizados; para que al venirse abajo nuestro castillo de naipes, para que en el momento del más sonoro de los fracasos, progrese en nosotros la efervescente flor de la perseverancia.


Protesto, para que aquellos maravillosos años desmerezcan en fascinación ante los actuales y venideros: protesto por tanta maldad que nos habita hasta los huesos: me quejo, porque la palabra, y es una pena, contenga tanto la verdad como la mentira, y protesto, para que los ángeles de la guarda acudan puntuales a su empleo, y porque siempre no sea demasiado tarde.
María Borrego R, protesta.