MI AMIGO EL ÁRBOL VIEJITO
Paso cada día por su vera, y cada vez que le miro me parece
más humano. En su tronco veo rasgos de hombre fuerte, pero sometido. No sé por
qué, pero debería sentir alegría de ver cómo, a pesar de sus muchos años, sigue
dando vida, y sus brotes son cada vez más fuerte y bonitos, pero no, no es así:
siento un poco de pena, al ver, cómo pasan las personas por su lado sin alzar
siquiera los ojos para mirar tan grandioso milagro de la naturaleza, y más me
aflijo, al pensar, que cualquier día molestarán sus raíces a la acera y será
arrancado sin piedad alguna, como les ha ocurrido a muchos de sus hermanos.
Hoy he pasado, le he saludado acariciando uno de sus brotes,
y he rezado la oración a la madre tierra.
María Borrego R
Fotos que hago para mi álbum de Naturaleza.