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A UN AMIGO
Te has alejado sin
un adiós,
y ha dejado las
mil flores de tus bellas
palabras colgando
en mi pecho.
Mañana, con la luz
del primer rayo de sol,
miraré para ver si
has vuelto
de esa oscura
avenida donde parece no habita nadie,
donde la noche es
precaria e indolente.
Mañana espero
leerte, amigo,escuchar tu sinfonía
de letras golpeando mi pecho,
retando a los
invasores que intentan abatirte.
Ojalá. Yo esperaré,
me enseñaron a no perder la esperanza;
un alma libre ve
la vida desde arriba
y allí no hay
obstáculos para la amistad y el amor.
Tic, tac, tic, tac, tic tac.
María Borrego R
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